Sangre, sudor y lágrimas

David Nalbandian demostró que es claramente uno de los tres mejores jugadores del mundo en la actualidad. Garra, corazón y talento -en ese orden- fue lo que plasmó el cordobés en el Recinto Federal de la Casa de Campo de Madrid.

No debe ser fácil bancarse jugar los dos primeros partidos en la Pista Alcalá - la segunda en importancia-, sabiendo que ha sido semifinalista y finalista en los dos últimos años y actual número cuatro del mundo. Sin embargo, el cordobés, sin chistar, jugó y ganó en su presentación ante el francés Julien Benneteau (46° del mundo) sufriendo más de la cuenta. En el set definitivo caía 5-2 y logró cinco games seguidos para superar una primera ronda a priori accesible.

En segunda ronda lo esperaba Tim Henman, frente a quien Nalbandian llevaba cuatro victorias en cinco partidos. De nuevo en el court alternativo, el que debía ser un partido con mucha clase en lo tenístico, terminó siendo un tiroteo de insultos. Debido a una discusión por una pelota dudosa, el actual número 3 del mundo declaró en rueda de prensa que el inglés "es la peor basura que hay". Además, volvió a triunfar sobre la hora. El londinense sacó para partido en el 5-4 del tercero y, nuevamente, Nalbandian puso todo lo que tenía que poner y sacó una victoria de la galera.

Frente a Safin, no había otra alternativa para los organizadores que programarlo en el Madrid Arena, la cancha central del complejo madrileño. En los primeros instantes del partido, parecía que Nalbandian estaba en su día y no iba a sufrir. Tras el 6-4, el unquillense sacó para partido en el 5-4 del segundo, pero el ruso dijo presente y todo lo que había errado al comienzo, lo metió en ese game y estiró el final. En el tie-break, el campeón del Masters siguió jugando con solidez y llegó a tener match point en el 6-5. Pero los aces de Safin llevaron la definición al tercer capítulo.

No hubo quiebres en los primeros diez games hasta que David cedió su servicio y el ruso sacó para partido. Allí, las devoluciones de Nalbandian fueron más que los potentes saques de Safin, y otra vez se definió en tie-break. El desempate fue todo de David, que en el segundo match point que tuvo liquidó el partido. Por tercera vez consecutiva superaba una situación similar y debía verse las caras con Roger Federer por tercera vez en este año.

La cantidad de horas en cancha fue un factor fundamental para la caída estrepitosa ante un Federer impecable que no lo perdonó en ningún momento y fue dueño abslouto del partido. Pero claro, es el mejor del planeta y era lógico que Nalbandian pueda perder. De todos modos, ha sido un gran torneo. Para lo que venga, esperamos que el orden varíe y sea talento, corazón y garra.