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5.9.06

Gaudio y su cabeza, otra vez afuera en Flushing

Gastón Gaudio tuvo la gran chance de pasar por primera vez a la cuarta ronda del Abierto de los Estados Unidos y la desaprovechó una vez más. El rival a vencer era el francés Marc Gicquel, quien venía de vencer al español Juan Carlos Ferrero en sets corridos. Pero Gaudio es Gaudio: tómelo o déjelo supo decir reiteradas veces Guillermo Salatino en televisión. Es que por momentos da gusto verlo jugar al Gato, pero por otros, dan ganas de tirar el control remoto de la bronca que producen las idas mentales que tiene.
El del domingo era, en la previa, un partido accesible para el de Temperley, ya que evitaba a un ex 1 del mundo como Ferrero. Rápidamente en el comienzo del partido, el francés Marc Gicquel demostró q no iba a ser nada sencillo. Despachó 6-0 a Gastón sin brillar pero con mucha solidez. El argentino había entrado frío, sin ideas y sin un patrón de juego fijo. Nunca antes se habían enfrentado y quizás por allí se explica el desconcierto de Gaudio en los primeros minutos.
En el segundo parcial, el ex campeón de París tomó las riendas del juego, comenzó a ser mas agresivo con su derecha y, gracias a un buen porcentaje de primeros servicios, se adelantó con claridad para igualar las acciones. Fue 6-4, pero podría haber sido menos de haber cerrado con su saque en el 5-2.
El andar del partido iba teniendo otro ritmo, el de Gaudio. Se jugaba a su manera. El francés se corría todo, pero el desgaste físico lo estaba ahogando. El marcador le era favorable a Gastón y parecía que el duelo en cuarta ronda ante Federer era un hecho. El 6-4 del tercero ilusionba a todos. Un dato para remarcar: hasta allí, Gaudio no había tenido esos diálogos consigo mismo, ni insultos, ni gritos. Todo era paz y armonía en la Grandstand del complejo Billie Jean King de New York.
El comienzo del cuarto set fue el fin de la relación entre el Gato y su paz interior. El volcán estalló mas de una vez durante ese capítulo. El detonante fue la pérdida de 3 break points en el 1-1. De allí en adelante, el francés, quien estaba casi perdido en al partido, resurgió y metió 5 games seguidos para llevar el partido a un quinto y definitivo set. A pesar de sus locuras, el de Temperley logró llevar el parcial hasta la definición rápida. Pero allí Gaudio estrelló su raqueta en el piso tras un punto en el que el mérito había sido totalmente del rival y Gicquel fue quien terminó con los brazos en alto festejando.
Gaudio perdió con Gaudio. Con la facilidad que tiene para jugar al tenis, que la cabeza no le de ni una mano es una pena. Pero bueno, él es así: tómelo o déjelo...

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